Evangelio Marcos 12,35: 35 Jesús se puso a enseñar en el Templo y preguntaba: «¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David? 36 El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi ,37 derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. 37 Si el mismo David lo llama «Señor», ¿cómo puede ser hijo suyo?».
Jesús, verdadero hombre, descendiente de David, pero al mismo tiempo verdadero Dios, el Hijo en la Santísima Trinidad. Reflexionemos hoy sobre esta doble esencia de Jesús. Seguir a Jesús como hombre… hacernos amigo de él… y al mismo tiempo reconocer su divinidad, es El Señor, transformarnos de amigos a discípulos. ¿Cómo sentimos esta relación con El? … ¿En qué se nota que El es nuestro amigo? … ¿Cómo se nos nota que somos sus discípulos?